martes, 2 de junio de 2009

Invertir en familia.

No puede haber nada más práctico que tener un tío médico (Doc Hudson Hornet, de "Cars" de Disney nos ayuda) otro comisario de policía (¿quién no recuerda al oficial Matute, de Don Gato y su pandilla?)y otro plomero. Personalmente creo que puestos a elegir, lo primero es el plomero; es lo más caro y difícil de encontrar. Pero puede ser que sea una visión parcializada, dado mi carácter de médico. En retiro desde hace un tiempo. Y los pacientes muy saludables…, lo que me deja ciertas dudas, pero prefiero no profundizar.
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Podemos establecer algunas analogías con los beneficios que la familia tiene para las personas y para la sociedad. En efecto, intuitivamente sabemos desde siempre, que una familia sólida, unida, con lazos afectivos sanos, con un padre y una madre que se quieren y se preocupan por sus hijos, donde los abuelos son queridos y cuidados, es un bien enorme para las personas directamente involucradas y para la sociedad en su conjunto. Hoy, numerosos estudios empíricos avalan estas verdades. Es casi un lugar común, por ejemplo, la afirmación de que una familia con buen relacionamiento entre sus integrantes es mejor que un seguro de vida. Los estudios de Family-facts
(pinchar acá), muy americanos pero muy ciertos, lo demuestran en las áreas más variadas.
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Una familia sana es un seguro médico. Ciertamente, basta pensar en los cuidados que requieren los niños y las consecuencias de no tomarlos. Desde una madre que se preocupa por amamantar a sus hijos, pasando por el vestido apropiado al tiempo y sin olvidar una dieta adecuada aunque requiera más tiempo en la cocina, todo constituye un factor de medicina preventiva invaluable. Ni qué decir de los honorarios de psiquiatras y psicólogos. La mejor prevención para los desequilibrios que tratan estos especialistas, pasa por un ambiente familiar armónico, acogedor, lleno de cariño, alegría y aceptación de la diversidad de personas y personalidades. Adicciones, promiscuidad sexual, criminal
idad, se asocian también a familias con diferentes niveles de desintegración.
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Una familia sana es una rebaja sustancial en los costos de los estudios académicos. En efecto, los que somos padres de familia, pero además hemos trabajado en la enseñanza, bien sabemos el costo que implica suplir las carencias del hogar. El alto o bajo rendimiento escolar está asociado en forma lineal con la mayor o menor solidez de los vínculos familiares y de su calidad. Las ayudas extra escolares, cuando las hay, pueden ser sustituidas muchas veces con ventaja, por una mayor atención de los padres. Pensemos en los costos –bien conocidos- que tiene los tiempos perdidos por los llamados “niños de la llave”, que llegan a casa luego de la escuela, sin nadie que los está esperando. Además, cuando hay problemas reales de aprendizaje, que los hay, con un apoyo familiar saludable todo es más fácil.
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Una familia sana es un descuento importante en los costos de la seguridad social. Los problemas de financiamiento de los sistemas de seguridad social, están asociados con el llamado “invierno demográfico”. Ningún estudio actual y serio muestra que la natalidad sea un problema. Una cultura anti vida, ya sea en el inicio o en el fin de la misma, ha llevado a la situación actual. Una familia sana acoge la vida con alegría, la de los que llegan y la de los que,
después de haber dado tanto, se aprestan a descansar.
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Una reunión reciente de algunos super-poderosos del mundo, ha decidido poner enormes recursos en el control de las poblaciones (léase aborto y contracepción). Podríamos concederles que se equivocaron en el planteo si no fuera porque es dudoso que no tengan la información necesaria. En todo caso, la amenaza poblacional es la alarmante disminución de los nacimientos en Europa y América del Norte, y no el crecimiento de las poblaciones del hemisferio sur o la carencia de alimentos. De hecho alimentos sobran, como también sobran gobiernos que impiden su comercialización por intereses de poder.
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Invertir en familia. Es un programa inteligente de gobierno. Es una política educativa eficaz. Es un plan de salud pública solidario y económicamente viable. Es una política previsional humana y generosa. Es asegurar a los jóvenes un futuro promisorio.

1 comentario:

  1. La cosa no va bien. Creo que, en el fondo, hay un problema en las expectativas de los padres. Quieren destacar en todo, pisar fuerte en el trabajo, en el club, en las reuniones sociales y también en la familia. Y todo no se puede... Como en el fútbol, acá también es importante que el defensa no suba al ataque, y que el portero no salga del área.

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