Rome reports. 7 abril 2010. El vaticanista John Allen es uno de los biógrafos más documentados de Benedicto XVI. Por eso, ha escrito en el New York Times que “quien esté al corriente de la respuesta del Vaticano a los abusos sexuales, sabe que Benedicto XVI no es parte del problema, sino parte importante de la solución”.Hasta el año 2001, no es el Vaticano sino las diócesis quienes se encargaban de hacer frente a los casos de abusos sexuales de sacerdotes. Esto provocaba a veces cierta complicidad y retrasos, y al final los procesos internos eran pocos y lentos.
Para acabar con esto, Juan Pablo II decidió en el año 2001 que la Congregación para la Doctrina de la Fe se encargase directamente de estos delitos. En aquel momento el cardenal Ratzinger se convierte en el principal punto de referencia sobre este problema.
Ratzinger fue muy criticado porque permitió que en los casos en que el delito era evidente se impusieran directamente sanciones a los sacerdotes. O sea, sancionaba enseguida a los culpables sin necesidad de un juicio. Desde entonces, esta medida se ha aplicado a 1.800 casos, el 60% de los 3000 que han llegado al Vaticano. En el resto de casos, un 10% fueron expulsados del sacerdocio directamente; un 10% solicitaron dejar de ser sacerdotes; y un 20% fueron juzgados.
Según Allen, una vez elegido Papa, Joseph Ratzinger decidió que una de sus prioridades era acabar con los abusos sexuales.
A pesar de las fuertes resistencias, durante su primer año de pontificado condenó por estos delitos a dos famosos sacerdotes. Se trata del sacerdote italiano Gino Burresi, fundador de la Congregación de los Siervos del Corazón Inmaculado de María; y del sacerdote mexicano Marcial Maciel fundador de los Legionarios de Cristo.
Además, Benedicto XVI es el primer Papa que se ha reunido con víctimas de abusos sexuales. La primera vez, durante su viaje a Estados Unidos en 2008; y la segunda, pocos meses después, en Australia.
También, es el primer Papa de la historia que ha abordado los abusos con un documento especial: la carta a los católicos de Irlanda de marzo de 2010. Se trata de un documento que levantó gran expectación en la prensa internacional en el que el Papa acusó claramente a los obispos culpables de haberle traicionado.
John Allen explica que la crisis de abusos sexuales tiene dos aspectos: los sacerdotes que han abusado; y los obispos que no han actuado para evitarlo. En su opinión, la política de Benedicto XVI ha provocado una fuerte reducción de casos de abusos. Pero todavía faltan medidas contra los obispos que durante estos años no han aplicado las normativas de la Iglesia.
Recomiendo también este artículo de Marcelo Pera recogido en ser persona.
Esta guerra al cristianismo no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtiesen"La cuestión de los sacerdotes pedófilos u homosexuales desencadenada últimamente en Alemania tiene como objetivo al Papa. Pero se cometería un grave error si se pensase que el golpe no irá más allá, dada la enormidad temeraria de la iniciativa. Y se cometería un error aún más grave si se sostuviese que la cuestión finalmente se cerrará pronto como tantas otras similares. No es así. Está en curso una guerra. No precisamente contra la persona del Papa ya que, en este terreno, es imposible. Benedicto XVI ha sido convertido en invulnerable por su imagen, por su serenidad, su claridad, firmeza y doctrina. Basta su sonrisa mansa para desbaratar un ejército de adversarios.No, la guerra es entre el laicismo y el cristianismo. Los laicistas saben bien que, si una mancha de fango llegase a la sotana blanca, se ensuciaría la Iglesia, y si fuera ensuciada la Iglesia lo sería también la religión cristiana.
También es bueno leer el artículo del Dr. Joaquín Navarro Vals que recogemos de scriptor.org
En las dos últimas semanas los medios han llenado el espacio público con la dolorosa y destructiva realidad de los casos criminales de pedofilia.
La acusación se ha ido levantando progresivamente como consecuencia de una serie de revelaciones provenientes de diversos países europeos, tocantes a casos de abusos sexuales perpetrados a menores por parte de sacerdotes. Leyendo las informaciones parece incluso que se trate de un “scoop” gigantesco, y que ahora –gracias a estas geniales revelaciones- esté emergiendo un sotobosque podrido en el seno de la Iglesia católica.
Transcribo a continuación la Carta Pastoral publicada en el sitio web del Vaticano. El primer párrafo de la misma es contundente. Les animo a releerla en su totalidad.
CARTA PASTORAL DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LOS CATÓLICOS DE IRLANDA
(Traducción no oficial)
1. Queridos hermanos y hermanas de la Iglesia en Irlanda, os escribo con gran preocupación como Pastor de la Iglesia universal. Al igual que vosotros estoy profundamente consternado por las noticias concernientes al abuso de niños y jóvenes indefensos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos. Comparto la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros experimentaron al enterarse de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda.
Muchas gracias por haber recogido tan buena información
ResponderEliminarMuchas gracias Don Joan. Ud sí que me da ánimos!
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